Si buscamos en nuestra querida Wikipedia las palabras "Muda Pelo" nos encontraremos con una pequeña sorpresa: no sólo nosotros, nuestros gatos y nuestros perros se libran periódicamente de los recubrimientos de nuestro cuerpo (palabra técnica: tegumentos). También le ocurre a los insectos, las aves, los reptiles… Es un tema muy extenso así que en el artículo de hoy sólo nos centraremos en la caída o muda del pelo de algunas de nuestros queridos mamíferos.
Para empezar: unos conceptos básicos
De forma muy simple, podríamos decir que "mudar el pelo" significa que el pelo se desprende de la piel del animal (persona incluida) para dar paso a los jóvenes y nuevos cabellos que protejan mejor el organismo ante los fenómenos climáticos (frío y calor). Mudar el pelo un par de veces al año es completamente normal, pero, atención, si observas que tu mascota pierde pelo en exceso o lo pierde sólo en zonas determinadas (por ejemplo, en la zona del lomo) llévale inmediatamente al veterinario. En ocasiones esa muda "rara" del manto puede ser síntoma de:
- Estrés.
- Falta de vitaminas, como la imprescindible vitamina D del sol.
- Presencia de alguna enfermedad: uno de los síntomas de la diabetes o la sarna, por ejemplo, es la pérdida excesiva del manto capilar.
- Ausencia de una dieta adecuada.
- Utilización de champús o jabones no adecuados para la piel de la mascota.
Como ves, hay múltiples razones por las que pueden surgir las mudas "irregulares". ¿Nuestro consejo? El de siempre: toca visita al veterinario.
¿Por qué se muda el pelo?
Como suele ser habitual, la solución a una pregunta suele ser la más sencilla de todas: el pelo se muda porque nuestro cuerpo se prepara para afrontar un cambio de estación. Así, en una región con las cuatro estaciones del año bien marcadas, en otoño y en primavera asistiremos a una verdadera plaga de pelos en el cuarto de baño, las alfombras del salón, las esquinas del pasillo…
Esta regla de "cambio de estación" tiene varias excepciones que pueden alargar días o meses las molestas mudas de "abrigo" de nuestras mascotas. Por ejemplo:El famoso cambio climático: Como sabes, el cambio climático "existe" y también afecta a nuestras mascotas. Los cambios bruscos, repentinos y cortos de temperatura pueden provocar que el organismo de nuestra mascota reaccione cambiando su pelaje. ¿El problema? Que el cambio de temperatura suele durar poco y nuestro animal se encuentra "armado" con una manta de pelo no apto para ese clima…
Zonas de clima templado todo el año: Existen zonas en nuestro país en las que prácticamente no existen las cuatro estaciones (por ejemplo, algunas regiones de las Islas Canarias). En estas zonas, mascotas y personas también sufren la muda de pelo, pero no siempre en las fechas "de calendario" primavera y otoño y tampoco de forma tan marcada como en otras zonas de España.
Diferente "dentro" o "fuera" de casa...
Casi todas las mascotas que viven en el interior de un hogar, suelen tener un par de mudas importantes al año. Pero ¿Y los animales no domesticados? Lobos, zorros, liebres… ¿Y las mascotas que suelen vivir al aire libre? Gatos o perros en jardines, fincas… En los animales que no viven "bajo techo" el proceso de la muda es mucho más pronunciado que en el caso de los animales caseros. El motivo es que su cuerpo debe protegerse más y mejor de las altas y las bajas temperaturas, del intenso frío y del calor agobiante. Así, en el otoño, el pelaje de estos animales se cae y deja paso a una capa de pelo mucho más esponjoso, un manto en el que de cada poro capilar surge, habitualmente, un pelo largo acompañado de varios pelillos más cortos a su alrededor; es el llamado "subpelo". ¿Y qué ocurre en primavera? Pues justo lo contrario. La naturaleza provoca que el perro, gato, lobo, zorro, hurón…. Pierda gran parte del manto capilar - incluido el subpelo - y provoca el crecimiento de cabellos más largos y gruesos. Esta nueva capa de pelo tiene como principal función proteger la piel de la incidencia de los rayos del sol y, así, evitar la deshidratación (la deshidratación puede ser fatal en los animales que viven en el exterior).
Cuatro consejos para afrontar la época de muda:
1. Cepillado diario en las mascotas de pelo largo y dos veces por semana en los de pelo corto. 2. Baño cada quince días, una vez al mes o cuando te lo indique tu veterinario (sí, los gatos también se bañan, acuérdate de las temidas bolas de pelo que pueden tragarse… ). 3. Productos de higiene adecuados: champú, gel, peines adecuados al grosor del pelo… 4. Dieta correcta, completa y llenita de vitaminas.
Y para terminar… algunas curiosidades:
- Los Collies y los Pastores Alemanes son dos de las razas de perro que más mudan su pelo (buena noticia para el aspirador).
- Los animales salvajes - como lobos, zorros… - pierden el pelo lanudo del invierno frotando su cuerpo contra las ramas bajas, el suelo… Si paseas por el monte en primavera, fíjate en el suelo….
- En ocasiones las gatas, las perras y las huronas embarazadas mudan de pelo aunque "no les toque". ¿La causa?: las temidas hormonas.
- Los gatos absorben la vitamina D lamiéndose el pelo que ha recibido los rayos del sol.
Imagen de Centro Veterinario Argos.