Las redes sociales están plagadas de gente criminalizando a criadores y a las personas que compran perros o gatos de raza, defendiendo activamente que quien quiera compartir su vida con una mascota, adopte. Los defensores de las razas no solo hacen oídos sordos sino que defienden a capa y espada a sus canes o felinos y el derecho a tenerlos.
Es una polémica que se repite una y otra vez, y como pasa en la gran mayoría de las polémicas, ninguno de los dos "bandos" quiere ceder un ápice en sus convicciones. ¿Quién tiene razón?
Claro está que si la respuesta fuera fácil la polémica no existiría... pero desde aquí daré algunas pautas para la reflexión, siempre positiva y sin ánimo de enzarzarme en tan árduo debate.
Los criadores
Partiendo de la base de que, como en todos los sectores, nos encontraremos con excelentes y pésimos profesionales, pasado por toda la escala de posibilidades, nos centraremos aquí en los profesionales "de verdad". ¿Y qué es lo que hace un criador profesional "de verdad"? Pues una labor muy importante para nuestros amigos los animales de raza...:
- Ayudan a mejorar la raza: Los criadores profesionales cruzan ejemplares sanos, con unas características físicas y mentales extraordinarias, combatiendo las enfermedades hereditarias y la posible consanguinidad que puede dar lugar a que los animales se vean expuestos más fácilmente a este tipo de enfermedades. Tanto el macho como la hembra son seleccionados para generar una camada de unos cachorros sanos y fuertes.
- Cuidan a sus animales: No hacen parir a las hembras hasta la extenuación, sino que generan varias camadas d
e manera controlada para que la hembra sufra lo menos posible. La higiene, los cuidados, la alimentación, son primordiales para estos ejemplares, que viven en unas condiciones inmejorables.
- Atienden a los instintos de la madre: Una monta no consentida es nefasta para la madre y para la futura camada, y llevará posiblemente al rechazo de los cachorros a no hacer las labores maternales debidamente.
- Socializan a los cachorros desde recién nacidos: Preparan así un ambiente ideal para que los cachorros no tengan problemas de conducta en el futuro, o al menos no provocadas por una mala infancia. Respetan sus tiempos, sus formas de ser y conocen a la perfección el carácter de cada cachorro, para poder asesorar a las personas que quieren comprarlos sobre cuál es el más adecuado para sus necesidades.
Los perros adoptados
Como bien se dice por ahí, un perro o gato adoptado no es un animal con taras, necesariamente. Conozco bien de cerca la situación de los animales abandonados que pasan sus días en protectoras, perreras o refugios. Son supervivientes, agradecidos en su gran mayoría y con historias tristes, duras, o simplemente con mala suerte. Muchos de ellos arrastran esta historia y lo reflejan en sus comportamientos, en sus miedos, en su energía... Pero eso se puede salvar en muchos casos con una buena habituación a su nuevo hogar, y atendiendo caso por caso las necesidades de los animales en adopción.
Yo trabajo como voluntaria adiestrando perros en adopción y no he encontrado un perro aún que no se pueda adoptar. Sin embargo, es cierto que cada perro tiene sus características, y el que vale a una familia no tiene por qué valer para otra.
No hay que ser ilusos o dejarse llevar por el corazón, pensando que todos los animales que están en protectoras y refugios serán como nosotros queramos que sean. Tendrán mayores problemas de adaptación que animales bien socializados desde un criadero responsable, pero eso no significa ni que tengan que ser peores compañeros ni que tenga que haber problemas insalvables. De la misma manera, un animal perfectamente socializado puede caer en malas manos o en manos inexpertas y cargarse gran parte del trabajo de un criador.
Los perros y gatos de protectoras y refugios, por lo general, serán igual de buenos compañeros que lo serán los de pura raza. La clave, en ambos casos, es saber elegir el animal que debe compartir su vida con nosotros.
Entonces... ¿de raza o adoptado?
Si tienes dudas entre las dos opciones, te preguntaría que para qué quieres un perro o un gato. Si lo que necesitas es la compañía de un animal, cuidarlo, mimarlo y sentirlo parte de tu familia, cualquiera de las dos opciones es válida. Sin embargo, los "animales sin nombre" tienen un futuro mucho más incierto. Pasan hambre y frío, en el mejor de los casos, puesto que las residencias en protectoras están a rebosar y no hay ni espacio suficiente ni manos o recursos económicos que puedan cambiar sustancialmente la vida de estos peludos. Es por ello que se necesitan familias dispuestas a emplear su tiempo en re-enseñar a los posibles adoptados cómo es su nuevo hogar. No solo existen aquí animales enfermos. Es más, lo que es sorprendente es la cantidad de animales sanos, guapos y simpáticos que están encerrados a la espera de un hogar.
Por otro lado, si lo que necesitas es un animal específico para algún objetivo determinado (por favor, que no sea la cría indiscriminada para su venta, pues la camada, esa o alguna otra, terminará en alguna de las frías jaulas de "espera para una vida mejor"), puedes consultar las capacidades y cualidades de cada raza y contactar con algún criador de confianza que te asesore y te dé el ejemplar que necesitas.
No hay que equivocarse, pues los animales sin nombre pueden ser también excelentes para cualquier tarea, desde terapia asistida con animales a agility en el caso de los perros, pasando por perfectos compañeros del día a día. Sin embargo, muchas veces será complicado que esas características se vean en un sitio donde están encerrados. Para ello, hay que encontrar lugares donde conozcan a los perros y sepan guiarte a aquéllos cuyas cualidades buscas.
En cualquier caso, asegúrate siempre de que el ejemplar que metes en tu familia sea el adecuado, para evitar situaciones desagradables, y para que el perro o gato que elijas sea realmente el animal que siempre has querido que sea. Y por supuesto... infórmate bien antes de comprar en un criadero y mi consejo es que jamás lo hagas en una tienda, de dónde vienen los animales y cuáles han sido sus condiciones de vida anteriores, no cometas el error de cogerlos si vienen de fábricas de cachorros que trabajan en condiciones pésimas.
