¿Eres un apasionado de los pájaros? ¿Te gustaría tener un hobby diferente y divertido? Si la respuesta es "sí", estás leyendo el artículo más adecuado. Hoy, en nuestro blog hablamos de una actividad que engancha a miles de personas en todo el mundo: entrenar palomas mensajeras.
El extraordinario sentido de la orientación de la paloma mensajera
Si leíste en nuestro primer artículo sobre las palomas mensajeras, ya sabrás que hablamos de un tipo de paloma muy especial y diferente de las que estamos acostumbrados a ver por los parques de nuestra ciudad. La característica principal que distingue a una paloma mensajera o Paloma Bravía es su extraordinario sentido de la orientación y, también, su fortaleza y resistencia para volar durante horas y recorrer cientos de kilómetros. Una paloma mensajera que esté bien integrada y adaptada a su palomar, será capaz de volver a su hogar casi de forma natural. Y te preguntarás… ¿Cómo lo hace? ¿Cómo es capaz una paloma de reconocer el rumbo y no perderse? Hay muchas teorías al respecto, algunas de ellas muy curiosas, por ejemplo
- La Paloma Bravía se orienta gracias a la luz del sol. El reloj biológico de la paloma es muy sensible, puede saber en qué momento del día está por la cantidad de luz que haya. Según esta teoría, la paloma compara la cantidad y orientación de la luz del lugar en el que se encuentre con la que debería haber en ese momento en su palomar y, así, localiza el camino correcto.
- La paloma mensajera es extremadamente sensible al magnetismo terrestre y en su ojo derecho tiene una especie de brújula que le indica el rumbo correcto.
El entrenamiento de tu paloma mensajera
En el entorno de la colombofilia se suele decir que hay tantos métodos de entrenar a una paloma como aficionados existen. Sucede igual que en el adiestramiento canino: Hay diversas teorías pero cada aficionado aplica los métodos que a él o ella le funcionan. Los métodos de entrenamiento, además, no suelen ser rígidos ya la personalidad de cada paloma también es un factor importante que hay que tener en cuenta. Veamos algunos consejos comunes aplicables a cualquier tipo de entrenamiento:
1. Empezar temprano. La mayoría de los criadores prefieren comenzar el entrenamiento de sus palomas cuando estas son pichones. La edad de inicio puede variar un poco pero oscilará entre los 25-30 días. En este periodo es muy recomendable que los pichones ocupen un palomar propio y que estén en grupos de más o menos la misma edad. De esta forma no se verán "agobiados" por las palomas adultas de la familia. Otro punto importante de esta etapa es barear al pichón, es decir: provocar que todos los días vuele por el palomar. También es muy aconsejable hablarle y silbarle cuando le ponemos la comida. De esta forma nos irá conociendo y habituándose a nuestra llamada.
2. Confiar en el pichón. A los pocos días de colocarle en su nuevo palomar, el joven pichón ya estará listo para empezar a recorrer distancias cortas. Sus alas habrán adquirido fuerza y ya serán capaces de salir del palomar y empezar a recorrer algunos metros por su cuenta. Es un periodo en el que, por mucho que nos cueste, debemos confiar en nuestra mascota y pensar que volverá a golpe de silbido. Un consejo: dejaremos salir al pichón antes de darle de comer. Así tendrá apetito y acudirá a su comedero a la primera llamada.
3. Educar su sentido de la orientación. Cuando el pichón tiene en torno a los tres meses de edad llega el momento de dar un paso más en su educación y comenzar a trabajar el sentido de la orientación. Como decíamos al principio, estas aves se orientan muy bien de forma natural, pero no está de más ayudarlas un poquito. Para empezar vamos a acostumbrarlas a las jaulas o cestas de entrenamiento, pequeños habitáculos donde las desplazaremos a otro punto para que, desde ahí, regresen por su cuenta al palomar. Esta fase es muy estresante para las pequeñas palomas por lo que hay que ir muy despacio: el primer día las introduciremos unos minutos, el segundo día un poco más… Pasados unos pocos días ya comenzaremos con el entrenamiento puro y duro: Nos desplazaremos a un punto cercano, abriremos la cesta y… a volar a casa. Un consejo importante en esta delicada fase es intentar trabajar siempre en días soleados, sin lluvia, viento fuerte o neblina que haga más difícil la prueba para nuestra joven mascota.
Como ves, el adiestramiento de una paloma mensajera es relativamente sencillo. Sólo exige dos cosas: tiempo y paciencia. ¿Te apetece probar?