Hoy, en Mascotea, vamos a hablar de un tema que suele generar bastantes dudas y recelos entre los propietarios de perros y gatos: ¿es adecuado castrarlos? ¿Es lo mismo esterilización que castración? ¿Cuáles son las ventajas? ¿Y los inconvenientes? ¿Sufrirá nuestro mejor amigo si no tiene descendencia?...

¿Qué es la castración?

La castración es una operación quirúrgica por la que los cirujanos veterinarios extraen al animal los ovarios - en el caso de las hembras - o los testículos - en los machos -. Dicho (o leído) así, suena bastante bárbaro ¿verdad? Pero realmente, la operación es sumamente simple, dura menos de media hora y los peludos se recuperan en muy pocos días. En las hembras es algo más complejo, pero los veterinarios están acostumbrados a este tipo de prácticas. No debemos confundir la castración con la esterilización, son dos técnicas completamente diferentes. Mientras que en la castración el veterinario extirpa las glándulas sexuales, en la esterilización la técnica consiste en ligar las trompas (hembras) o en hacer una vasectomía (machos). Estas dos técnicas presentan bastantes diferencias entre sí, aunque la fundamental es que, en el caso de la esterilización, los animales seguirán teniendo apetito sexual, pero nunca podrán tener descendencia. Con la castración se eliminará, también, el deseo sexual. Algo que, recordemos, no va a afectar a los sentimientos y emociones de nuestra mascota. Él o ella no se sentirá "incompleto" por no tener hijos, no sufrirá ni se sentirá "menos macho" o "menos hembra" por no tener deseos sexuales. La castración no le va a producir complejos ni trastornos emocionales. Esas son emociones que, afortunadamente, sólo afectan a otro tipo de animal: el ser humano.

Ventajas de la castración

Disminución del número de abandonos y de eutanasias:Como bien sabes, en España se abandonan o eutanasian (asesinan) cada año miles de perros y gatos. Muchos de estos animales son recién nacidos en hogares que, por una u otra razón, no quieren responsabilizarse de ellos. 

Otra parte significativa de los abandonos tiene su origen en los problemas de convivencia de los humanos con el perro o el gato. Hablamos sobre todo del comportamiento de animales machos violentos o excesivamente activos. La eutanasia y el abandono son dos problemáticas que, según los defensores de la castración, se minimizarían si se castrara a la mayoría de nuestros animales de compañía. Por otra parte, gran parte de los veterinarios aconsejan la castración por varios motivos, los más importantes son dos:

Prevención de enfermedades: Está demostrado que las hembras que han sido castradas corren un riesgo menor de desarrollar tumores malignos uterinos, mamarios y cervicales. Con la castración en las perras, disminuye el riesgo de que padezcan una dolorosa enfermedad llamada piometra, una afección ginecológica por la que se acumula pus en la matriz y en el útero. En el caso de los machos, esta técnica quirúrgica puede evitarles los temibles problemas de próstata y la aparición de tumores testiculares y fístulas (pequeñas pero muy dolorosas heriditas) en la zona anal.

Control de la conducta: El macho castrado ya no se verá manipulado por sus hormonas, por esos fuertes instintos sexuales que hacen que mute como un pokemon: ¿quién no ha visto a un perro que olvida las órdenes que ha aprendido y se lanza entre los coches siguiendo el aroma de una rica hembra? Según los veterinarios, la castración ayuda a controlar el nerviosismo, el exceso de sentimiento de territorialidad y los comportamientos violentos y agresivos en los perros y gatos machos.

Desventajas de la castración

Por supuesto, la castración tiene una serie de desventajas, la más importante es el aumento del riesgo de ciertas enfermedades:

Algunos informes apuntan que las perras de tamaño grande que se castran antes del año de edad tienen más riesgo de padecer un tipo de cáncer llamado osteosarcoma. En perras y gatas de todos los tamaños parece ser que aumenta el riesgo de padecer hipotiroidismo (la glándula tiroides deja de secretar), cogen peso con mayor facilidad (la temida obesidad) y son más susceptibles de tener reacciones adversas cuando se les inoculan las vacunas anuales. En el caso de los perros y gatos machos: algunos informes apuntan a que los animales castrados sufren mayor riesgo de padecer un deterioro cognitivo cuando envejecen. Además, como en el caso de las hembras, se triplica el riesgo de padecer obesidad, de sufrir hipotiroidismo y de exceso de sensibilidad a las tan necesarias vacunas. En definitiva: ventajas e inconvenientes, pros y contras. ¿Un consejo?: Consulta a tu veterinario de confianza.

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  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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