Si quieres a tu mascota, seguro que alguna vez has pensado lo mal que te sentirías si se perdiera, ¿verdad? En España se extravían al año miles de animales de compañía, especialmente perros y gatos. Continuamente vemos en la calle y en los muros de Facebook anuncios sobre mascotas perdidas. Avisos en los que, demasiadas veces, aparece la temida leyenda: "no tiene microchip". ¿Por qué esa aclaración? Sencillo: porque cuando alguien encuentra un animal perdido lo primero que suele hacer es intentar averiguar los datos de su propietario. ¿Cómo?: Leyendo el microchip.
¿Qué es un microchip?
El microchip que se implanta en los animales de compañía es un diminuto dispositivo electrónico que se coloca bajo la piel del animal por medio de una aguja. Su introducción en el cuerpo del animal es indolora, el dispositivo no se aprecia a simple vista ni se percibe al tacto, no se desplaza por el organismo y, muy importante, no produce en el animal ninguna molestia, irritación, dolencia o enfermedad.
El microchip es obligatorio en los animales de compañía.
Por el momento, la reglamentación sólo contempla como "animales de compañía" a los perros, los gatos y los hurones. Todas las comunidades autónomas españolas obligan a la implantación de microchip de los perros y algunas, las más concienciadas, extienden esta obligatoriedad a los gatos y los hurones. Las multas por no identificar correctamente a tu mascota dependen, también, de la reglamentación autonómica, pero oscilan entre los 300 y los 2000 euros. Un dato importante: si sueles - o quieres - viajar con tu mascota fuera de España el microchip es obligatorio. Tienes toda la información en los artículos de Mascotea "Documentación necesaria para viajar con perros por Europa" y "Documentación necesaria para viajar con gatos por Europa"
El registro en las Comunidades Autónomas
Una de las principales desventajas que encontramos en el microchip es el registro de sus datos. Actualmente - y a pesar de numerosas reclamaciones de las Asociaciones Protectoras de Animales- no existe una base de datos única que, a nivel estatal, almacene los datos de contacto de los animales registrados. Hoy por hoy, prácticamente todas las Comunidades Autónomas cuentan con una base de datos propia, una base que, en ocasiones, comparten a través de la llamada REIAC, la Red Española de Identificación de Animales de Compañía.
Muy importante: la actualización de los datos. Según la normativa, los propietarios de un animal de compañía deben comunicar al registro de su comunidad autónoma cualquier cambio de los datos personales: diferente propietario, cambio de domicilio o teléfono, fallecimiento del animal…
Lamentablemente la prisa del día a día o la pena cuando perdemos a nuestro amigo especial, provoca que nos olvidemos de hacer este trámite. Verificar que los datos son correctos es sencillo, tu veterinario tardará un minuto en leer el microchip así que, en la próxima visita al veterinario ya sabes: apúntate pedirles que verifiquen los datos del microchip de tu mascota. ¿Te acordarás?
En resumen:
Tener el privilegio de compartir tu vida con un animal de compañía conlleva una serie de obligaciones: alimento, aseo, cuidado de su salud, amor y, muy importante, protección. El microchip protege a tu mascota y puede salvar su vida. Si compartes esta opinión, por favor, comparte este artículo. ¡Gracias mascotero!