Rottweiler, Pit Bull, doberman... Seguro que el nombre de razas caninas como esas hacen que pensemos en la palabra "peligro". Pero nada más lejos de la realidad. Mucha culpa tienen las malas informaciones que nos bombardean en medios de comunicación y similares. Cuando un perro muerde, se convierte automáticamente en una alarma social, y más cuando son razas robustas como las citadas anteriormente. Si la noticia es sobre la mordedura de un chihuahua seguramente le pongan una musiquita graciosa de fondo...
Pero muy pocos son los perros agresivos por naturaleza. Lamentablemente, la educación, o la carencia de ella en muchos casos, lo es todo. Los cachorros realmente ven en todo un juego, y es ahí cuando se les debe dar un correcto aleccionamiento para que crezcan con una personalidad equilibrada. El adiestramiento muchos lo toman como sinónimo de crear perros agresivos, pero la verdad es todo lo contrario. Los llamados "perros de defensa" bien adiestrados han recibido una educación ejemplar, pero sin privarles de socializar con humanos y con otros perros. De esta manera aprenden a diferenciar una agresión de un simple juego, aprenden a comprendernos. Tampoco se les motiva para que actúen con agresividad mediante el juego, por ejemplo.
Muchos cuidadores creen que la clave de que su perro defienda una propiedad, es manteniéndole continuamente furioso, evitando que mantenga contacto con otras personas para que no coja "cariños", intentando educarle mediante disciplina agresiva... Los perros son una pequeña esponja, si ellos absorben agresividad, desprenderán agresividad. Lo malo que no diferenciarán si tienen que ser así con un atacante o con cualquier persona que pasee tranquilamente por la calle. Por eso, ante casos en los que no sepamos cómo entrenar a nuestro perro, lo mejor y más sabio es contar con un especialista en adiestramiento canino, disfrutaremos de nuestro compañero canino a la par que él se convertirá en el perfecto amigo.
Las leyes lo dejan claro
Y nos encontramos con el mismo caso en la mayoría de países, en el se destina el adiestramiento exclusivamente para casos profesionales. En muchos de estos países, incluido España, se han creado listas de perros potencialmente peligrosos (PPP) que necesitan un registro y adiestramiento especial para contrarrestar su supuesta agresividad innata. De todos modos, en países como Holanda e Italia han retirado esta ley ya que han demostrado que esta medida no ha acabado con los ataques de perros, ni siquiera los ha hecho disminuir.
En cambio, algunos países como Alemania fomentan el adiestramiento correcto de los perros. En dicho país se dan ayudas e incluso existen escuelas financiadas por el estado donde se enseña a un perro a ser obediente y compartir nuestro día a día sin tener como opción la agresividad, además de educar a los responsables a tratar a cada animal según lo requiera. Este curso de adiestramiento es una obligación al adquirir un animal, por lo que se han reducido de manera drástica los casos de adiestramientos para crear perros agresivos gracias a estas facilidades.
Al existir normativa en la mayoría de los países, es posible presentar una denuncia tanto por un adiestramiento indebido como por la tenencia de perros potencialmente peligrosos que muestren agresividad.
Cuál es el castigo
Las medidas llevadas a cabo van desde multas a sentencias más firmes tanto para el responsable del perro como para el animal. Las multas dependen del país y del nivel de la infracción. En nuestro país se pueden registrar multas de hasta 3000 euros por utilizar al perro para atacar deliberadamente. En otros países esta cifra varía, pero en la mayoría de ellos existen este tipo de multas.
En Inglaterra, por ejemplo, son bastante estrictos, ya que pueden requisar a un perro que las autoridades consideren peligrosos, sin autorización si están en la vía pública y con ella si están en el domicilio. En dichos casos, el cuidador tiene dos opciones: intentar demostrar que el perro no es peligroso, con lo que puede acabar en una multa para formalizar el registro del perro; o que el cuidador se desentienda por completo del perro, que acabará con el sacrificio del animal.
Desgraciadamente ese final se repite en numerosos países. En algunos lugares como Estados Unidos, los animales agresivos se consideran al nivel de arma de fuego, con lo cual ante cualquier acto de demostración de agresividad la mayor parte de los estados sacrifica directamente al perro. En España se produce primero el juicio contra el responsable del perro, tiempo que los animales acusados pasan encerrados en jaulas pendientes de su sentencia. A veces tarda días, otras veces varios meses... tiempo durante el que el animal sufre y, en muchas ocasiones, agrava su problema adquiriendo mayor agresividad y miedos.
Lo importante es no llegar a estos extremos, darles a nuestros perros un adiestramiento adecuado de manos de profesionales y nunca fomentar la agresividad de nestro compañero. Es eso, un compañero, no un objeto que podamos utilizar a nuestro antojo.