De entre todos a los que podemos considerar como auténticos animales domésticos, el gato ocupa una posición privilegiada en cuanto a su relación con poblaciones salvajes. Son las únicas mascotas que siguen en contacto con su lado más salvaje: excelentes cazadores, forman comunas cuando crecen lejos del calor humano e incluso pueden llegar a reproducirse con especies felinas salvajes. Hasta su proceso de domesticación fue diferente que en el resto de casos. La probabilidad de que un gato forme un vínculo con un ser humano depende mucho del contacto de éste con nosotros durante el período de socialización, es decir, en gatitos de entre tres y ocho semanas de vida. Un gato callejero sobrevivirá tan bien como cualquiera que tengamos en nuestra casa: cazará, formará grupos sociales y se reproducirán entre ellos sin problemas. Sin embargo, como no tuvieron contacto directo con personas durante sus primeros instantes en este mundo, nunca confiarán en el ser humano al cien por cien. Hay que tener en cuenta que hablamos sobre gatos que no viven cerca de ningún humano, que obtienen su alimento de la caza. Hay muchos ejemplos de situaciones intermedias, como gatos callejeros que se aprovechan de la comida sobrante de los humanos. Éstos pueden que confíen algo en los hombres, todo dependerá de cómo haya sido su vida con ellos.
El gato se acercó al humano y no al revés
La mascota salvaje
Exceptuando las razas más especializadas que tanto dependen del ser humano, el resto de gatos son perfectamente capaces de vivir de manera independiente. Es más, aunque haya sido socializado en algún hogar, la flexibilidad de los comportamientos del gato les hace capaz de pasar de un estado totalmente dependiente del hombre a la independencia total, pasando por estados intermedios donde mezclará la caza y la obtención de alimentos en los desperdicios humanos. Por tanto, se podría decir que a excepción de las razas puras, los gatos no han sido completamente domesticados, como ocurre con otros animales como el perro, por ejemplo. Además, la capacidad de cazar se ha mantenido generación tras generación debido a los requerimientos alimenticios de los gatos. Antiguamente, cuando la carne fresca no era un bien tan disponible como para compartirla con los compañeros felinos, los gatos con buenas habilidades de caza tenderían a sobrevivir más, ya que seguirían dependiendo en parte de ella. Por todos estos motivos, los parientes salvajes de los gatos se encuentran mucho más próximos a los domésticos que en los casos de otras mascotas. Esta diferencia es tan escasa que se han dado casos, no solamente de reproducción entre gatos salvajes y domésticos, sino también de gatos domésticos que han tenido crías con gatos monteses, una especie de gato totalmente salvaje.
Los gatos pueden vivir solos, ¿para qué quieren a un humano?
No sirva este artículo para justificar a cualquier desalmado que pretenda abandonar a un gato, cuidado. Aunque nuestros compañeros felinos se la pueden apañar bastante bien sin los humanos dado sus formidables cualidades como cazador, los gatos siempre vivirán más y mejor junto a nosotros. Nosotros también sobreviviríamos, aunque a duras penas, viviendo aislado de toda civilización, cazando y haciendo hogueras para calentarnos, pero no aguantaríamos mucho sin la medicina. No abandones a tu gato, necesita tanto a su veterinario como al calor de tu hogar para que su vida mejore, sea más plena y feliz. Y la tuya seguro que también mejorará, con creces, con un amigo gatuno a tu lado lado.