¿Con cuántos tipos de perros distintos juega tu mascota? Solo hay que darse una vuelta por el parque para darse cuenta de la tremenda cantidad de perros diferentes que hay, no hablo solo de razas, sino de su pelo. Negros, blancos, bicolor, atigrados, de pelo corto o largo, liso o rizado, sedoso o encrespado. Hoy, en Mascotea, vamos a conocer una de las particularidades diferentes de nuestros amigos los perros: su manto.
 

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Distintas razas con distintos mantos... ¡viva la variedad!

Diferentes tipos de manto

Hay diferentes clasificaciones del tipo de manto en los perros, dos de las más habituales son la clasificación según su composición y la clasificación según su color.

Según su composición

  • Liso: como el Labrador, el Basset o el Biggle.
  • Duro: como el Scottish Terrier, el Airedale o el Schnauzer.
  • Áspero: como el Pastor Alemán, el Pastor Belga o el Viejo Pastor Inglés.
  • Sedoso: como el Lhasa Apso, el Shih-Tzu o el Bichón Maltés.
  • Rizado: como el Caniche o el Perro de Agua Español.
  • Cordado: como el Puli o el Komondor.

Según su color

  • Simple: de un solo color que normalmente es blanco o negro.
  • Binario: mezcla de pelos de tonos grises y blancos o negros.
  • Compuesto: varios colores mezclados. Es el tipo de manto más habitual en los maravillosos perros mestizos.
  • Overo: mezcla de pelos rojizos con blancos.
  • Pío (como en los caballos): manto blanco con manchas compactas de otros colores, habitualmente negros, naranjas o rojos.
  • Arlequín: manto blanco con grandes manchas compactas de color negro.
  • Ruano (también como en los caballos): mezcla de pelos de tres colores, negro, blanco y rojo.

Además de estas diferentes clasificaciones según su composición o color, todos sabemos que el pelo de los peludos (valga la redundancia) puede ser liso, rizado y ondulado. También puede ser corto, largo o semilargo.
 
  Todas estas características propias hacen que cada perro tenga una serie de necesidades básicas de mantenimiento higiénico. Del mismo modo que los seres humanos procuran tener en cuenta el PH de su piel en sus pautas de higiene, los cuidadores de los perros tenemos que tener en cuenta las particularidades de su manto tanto en los baños que le damos en casa, como en la frecuencia con el que lo cepillamos como, también, en las instrucciones que damos en nuestra peluquería canina.

Manto perros
Hay una gran variedad de mantos o tipos de pelo... ¿cuál es el de tu perrete?

El cepillado y el baño: cuidados básicos del manto

Una obviedad que a veces olvidamos: el manto largo necesita más cuidados que el manto corto. Todos tenemos esa experiencia después de una sesión de peluquería canina: ¡qué gusto bañar al perro! No te lleva nada de tiempo, se aclara y se seca en dos minutos… Una mascota con pelo corto exige menos cuidados diarios y menos tiempo de cepillado y baño pero, claro, tenemos que tener muy en cuenta el tipo de manto. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos visto un Bichón Maltés o un Lhasa Apso con el pelo recortado como para ir a la antigua mili? Esa raza de perros necesita tener el manto bien largo para que les proteja del sol en verano y del frío en invierno. Si les recortamos el pelo nos ahorraremos los complicados nudos y las sesiones de cepillado diario, pero claro, tendremos que protegerles de otra forma del frío invernal o de los efectos negativos de los rayos del sol sobre su delicada piel.
 
  A todos los perros no les viene mal un cepillado y un baño. Algunas razas necesitan un cepillado diario y otras semanal, unos perros precisan un baño al mes y otro un baño seco cada dos o tres meses. Lo principal que tenemos que recordar es que las medidas de higiene correctamente aplicadas son beneficiosas no solo para el perro, sino para toda la familia.
 
  Existen muchísimos jabones, geles, cepillos y manoplas pensadas para tratar los diferentes tipos de manto de tu peludo. Es cuestión de darse una vuelta por una tienda de mascotas y, por qué no, consultar con tu peluquería canina de confianza.
  

¿Cómo tiene el manto tu peludo?



  Sobre el autor

Marta Barrero

“Se puede vivir sin perro, pero no merece la pena” es una de las máximas de Marta Barrero, nuestra redactora especializada en formación, comunicación y publicidad.

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