Mascotea se desplazó hasta Ifema este pasado fin de semana para asistir a la feria de 100x100 mascota. Lo pasamos muy bien, saludamos a gente conocida y continuamos haciendo muy buenos e interesantes contactos.
Nos quedamos con un sabor agridulce, como suele pasarnos en este tipo de eventos, disfrutando por un lado de las exhibiciones de los perros de rescate y búsqueda de estupefacientes, así como de los concursos de agility y las exhibiciones de adiestramiento, pero pasando un mal rato observando a muchos de los animales que allí estaban, gatos, perros o conejos, encerrados en jaulas que en su mayoría nos les permitían ni ponerse de pie, especialmente los perros. Mirar a los ojos de algunos de ellos era suficiente para saber que algo no iba bien.
Sin embargo no era concretamente el hecho de estar en jaulas, que puede ser circunstancial y con paseos frecuentes (ciertamente no lo vimos, pero no podemos asegurar que no ocurriera), sino la forma en que algunos de sus responsables les trataban, obligándoles con formas lejos del cariño, con los temidos cordornes de estrangulamiento que ya es más que reconocido que pueden crear un problema en la tráquea del animal.
Conejos y gatos no estaban mucho mejor, aburridos en su mayoría dentro de jaulas o transportines, durante horas. Eso sí, afortunadamente la organización los dejó en lugares separados de los perros.
Nos llamó la atención la cantidad de protectoras que había entre los dos pabellones habiltados, haciendo un esfuerzo incansable para concienciar y conseguir fondos para los animales que albergan. ¡Bravo por ellos!
Nos quedamos con ganas de más, y esperaremos a la siguiente edición para volver y continuar tomando el pulso al sector de los animales, que sin duda es creciente y suscita el interés de mucha gente, cada vez más responsable y cada vez más concienciados.
