El otro día me acerqué al veterinario a por unas pipetas contra las pulgas. En la sala de espera había una pobre perrita desazonada, no hacía más que rascarse y mordisquearse, tenía calvas en el pelo e incluso algunas zonas estaban en carne viva. La cuidadora de la peluda me dijo que padecía de alergia y que ya estaba en tratamiento.
¿Quieres saber más sobre las alergias caninas? Sigue leyendo…
¿Qué es una alergia?
Podríamos definir "alergia" como una determinada reacción del organismo cuando entra en contacto con una sustancia proveniente del exterior (alérgeno), una sustancia que a otros seres vivos de su misma especie no les produce reacción.
Los alérgenos que producen reacciones alérgicas en los perros son tan variados como los que producen estos síntomas en las personas: alimentos o componentes de alimentos, polen, polvo, ácaros, pelo o piel de otros animales, medicamentos, veneno o saliva de insectos, etc.
Hay muchos tipos de alergias, pero las tres más habituales de las consultas de los veterinarios son las siguientes:
- Alergia por inhalación (el perro inhala ciertas partículas que se encuentran en el medio ambiente.
- Alergia a la saliva de las pulgas.
- Alergia a ciertos alimentos.
Los síntomas
Los síntomas de los diferentes tipos de alergia son muy parecidos entre sí. Por ejemplo, el síntoma más frecuente de la alergia a la saliva de las pulgas es la intensa comezón y el enrojecimiento e hinchazón de ciertas zonas, sobre todo las más frágiles de la barriga y debajo de las inglés. Un caso de alergia por inhalación de partículas tendrá como principales síntomas la presencia de ojos llorosos, los estornudos continuos, la tos… Las alergias alimentarias suelen mostrarse en forma de vómitos, malestar, diarrea, etc.
También la época del año puede darte pistas acerca de si tu peludo está sufriendo un ataque de alergia. Por ejemplo, ya sabes que en primavera la presencia de polen es más alta, en verano proliferan las pulgas, el perro cambia temporalmente de residencia y prueba alimentos que nunca había comido…
¿Qué hacer?
Lo principal es determinar que la causa de los síntomas sea realmente una alergia. Si el perro se rasca continuamente, se lame o se mordisquea, lo primero que debes comprobar es que no tenga pulgas. Para ello colócate con tu peludo en una zona con buena luz y revisa su manto a "contrapelo", es decir con los dedos ve separando los mechones de pelo hasta que veas su piel. Las pulgas pueden estar por todas partes, pero parece que prefieren la zona del rabo, la barriga, el cuello y las axilas. Si ves unos pequeños granitos de color negro no pienses que son partículas de tierra, son los excrementos de las pulgas.
Si tu perro está libre de pulgas, no te lo pienses más y llévalo al veterinario. Estos síntomas son más peligrosos de lo que crees: el perro se puede autolesionar la piel y hacerse una herida, los vómitos o las diarreas pueden ser síntoma de enfermedades serias…
Si en la clínica veterinaria te dicen que el peludo es alérgico (y a qué) ya podrás actuar en casa.
Ante alergias por inhalación:
Los principales responsables de este tipo de alergias son las partículas de polen que se encuentran en el medio ambiente, las partículas de dermis, los pelos de otros animales, el polvo, las partículas químicas de ciertos ambientadores o productos de limpieza del hogar, etc.
Algunos consejos:
- Intenta pasar el aspirador a diario, sobre todo en la zona donde duerma o pase más tiempo tu perro.
- Evita en la medida de lo posible utilizar demasiados productos de limpieza o ambientadores químicos.
- Evita los paseos por zonas verdes en los días de mayor presencia de polen en el ambiente.
- Evita los paseos por zonas de la ciudad con un tráfico demasiado intenso (humo de los tubos de escape).
Ante alergias a la saliva de las pulgas.
En este caso la mejor medida es la prevención. Hay numerosos tratamientos profilácticos anti parásitos, desde las clásicas pipetas o collares repelentes a los más modernos tratamientos químicos en forma de pastillas. En el mercado también encontrarás una amplia gama de productos naturales para luchar contra estas molestas plagas: champús, colonias, detergentes para su camita…
Ante alergias de tipo alimentario
Además de respetar las instrucciones de tu veterinario, ten presente que los alimentos que suelen contener más alérgenos caninos son los lácteos , la <b">carne y el maíz . Poco a poco irás descubriendo qué puede y que no puede comer tu peludo para evitar los peligrosos síntomas.
¿Crees que tu peludo es alérgico? ¿A qué?