Una vez más, Internet se convierte en el vehículo perfecto para la interacción de la sociedad. En las últimas semanas una noticia de un oso polar moribundo en un zoológico de Argentina y literalmente, muriendo de calor, aparecía publicado por todas las redes sociales con peticiones de ayuda y muchos medios de comunicación de hacían eco del caso.
Se trata de Arturo, un oso polar de 29 años que ya han bautizado como "el animal más triste del mundo". Y es que este pobre animal se encuentra hacinado en un zoo de Mendoza (Argentina) soportando altísimas temperaturas tanto en verano como en invierno.
Al parecer, el mamífero ha llegado a soportar más de 40 grados de temperatura durante las dos décadas que lleva privado de libertad y, ahora más que nunca, su salud de está viendo seriamente perjudicada. Y es que parece que el animal no aguantará mucho más (hace un par de años murió otro oso polar debido a la extrema situación en la que viven).
De esta manera se ha lanzado una petición que está cogiendo mucha fuerza en las redes sociales. La podemos encontrar en la web Change iniciada por una residente canadiense, Laura Morales, y que se dirige a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El objetivo es llevar a Arturo a una reserva especializada en Canadá, el Parque Zoológico Assiniboine, para que pueda pasar los últimos años de su vida en unas condiciones un poco más dignas y rodeado de otros amigos de su especie, pues desde que murió su compañera Pelusa, el animal vive completamente aislado y en un estado permanente de depresión.
Las imágenes son absolutamente alarmantes. Podemos ver al animal tumbado en el suelo completamente inmóvil dejándose morir. Y es que estos animales han nacido, como su propio nombre indica, para los climas más fríos del planeta. Los osos polares en el Ártico vive a 40 grados bajo cero. Imaginaos ahora el infierno al que está sometido el animal.
La situación de Arturo ha cogido fuerza públicamente gracias a la cantante estadounidense Cher que, a través de su cuenta oficial de Twitter, lanzó el mensaje de alarma social dirigido a la presidenta argentina. Una vez más, los personajes públicos son tremendamente útiles para dar a conocer a la sociedad casos de urgencia y ejercer una presión social que, con la unión de todos los ciudadanos, consigue provocar cambios importantes en muchos casos.
Por supuesto, Arturo no es el único animal que vive en condiciones deplorables. No hace falta irnos tan lejos. En cualquier zoológico de nuestro país o localidad basta con mirar más allá de lo que aparentemente podemos ver al visitar estos lugares. Al fin y al cabo no se trata de otra cosa que de recintos donde se encierran a animales que deberían ser libres, donde se les castiga privándoles de esa libertad innata sólo por el hecho de haber nacido animales, y donde se les encierra en habitáculos indignos al cerrar las puertas al público. Una vida de esclavitud con consecuencias mortales.
La esperanza de vida de los animales de zoológico se ve reducida, en el mejor de los casos, en más de un cincuenta por ciento. La ansiedad, el estrés y la depresión son situaciones que viven diariamente y que en otros tantos casos, provocan la muerte al instante. Y es que los animales no tienen ganas de vivir. ¿Quién las tendría en situaciones así? Os invito a la reflexión. Debemos mirar más allá.