A la mayoría de personas que gozan de la compañía canina no les sorprenderá la afirmación de que los perros pueden ser celosos. Son muchas las capacidades que desarrollan nuestros amigos de cuatro patas y que los propietarios sabemos y comprobamos día a día. Son muy inteligentes y lo demuestran continuamente.
No es raro ver como, por ejemplo, un perro comienza a ladrar a su humano o a pedir su atención cuando éste acaricia y atiende a otro can que no es él. Seguro que a muchos de vosotros os ha pasado en alguna ocasión ¿verdad?
En cambio la ciencia va pasos por detrás y trata de demostrar estos datos empíricamente y a través de diversas investigaciones.
Un estudio reciente realizado en California (Estados Unidos) ha demostrado que los perros pueden desarrollar celos. Al contrario de lo que se pensaba hasta ahora, los celos no son una emoción exclusiva en seres humanos. Y es que se afirmaba que los celos requieren de un sistema cerebral complejo que, en principio, sólo estaba presente en personas.
En cambio, ahora sabemos que los perros pueden llegar a sufrir grandes niveles de ansiedad y estrés si ven a sus propietarios mostrando afecto a otros. Aunque esta comprobación no sea ninguna novedad para todos aquellos que tenga un peludo, parece ser que es la primera vez que se demuestra esta actitud de forma científica.
Durante el estudio se comprobó cómo reaccionaron las mascotas ante peluches de diversos tipos y formas cuando sus responsables les mostraban atención, afecto o cariño.
Los científicos estudiaron a 36 perros en sus hogares y grabaron su comportamiento cuando sus propietarios mostraban cariño a un peluche. La reacción de los perros en un 75% fue empujar o tocar a sus responsables para llamarles la atención y retirarla de los peluches. Además, los más celosos también adoptaban la misma actitud cuando el propietario prestaba atención a otros objetos como libros, por ejemplo.
La mayoría de los animales trató de interponerse entre el cuidador y el peluche y un 25% de los perros trató de agredir al can enemigo. De modo que el estudio no sólo demostró que nuestros más fieles amigos son capaces de sentir celos, sino que, además, tratan de romper el contacto entre su familia humana y el posible rival. El objetivo de su comportamiento parece ser que es el de salvaguardar y proteger una relación social que es muy importante para ellos.
Y es que nuestros peludos son muy listos y tienen habilidades sorprendentes. Muchas de ellas sin ser comprobadas por la ciencia pero que a nosotros no nos cabe duda de que existen. Y es que no hay nada más cierto que verlos con nuestros propios ojos en la experiencia del día a día.