La polémica sobre si llevar o no a los perros atados o sueltos está servida desde hace años. La mayoría, claro está, entre los que tienen la suerte de tener animales y aquellos que no gozan de tal fortuna. En muchas Comunidades Autónomas esta práctica ya está regulada pero en otras tantas no.
En estos casos, lo mejor es siempre ponerse en la posición del contrario y tratar de entenderlo pero no se llega a comprender tanto mal estar cuando un perro goza de ir suelto durante su paseo. Hay otras tantas cosas que pueden molestar al resto de personas en la calle y no por ello se regula tan restrictivamente.
Lo cierto, es que en Barcelona ya se han puesto manos a la obra para ofrecer el carné cívico para perros. Se trata de un documento que determinará si es un perro es apto o no para ir suelto por la calle. Eso sí, será en unas zonas concretas decretadas, en este caso, por la ciudad de Barcelona.
Se trata de una iniciativa que viene desde Suiza donde ya funciona perfectamente en algunas de sus ciudades como Ginebra, por ejemplo. Ahora, le toca probar a la ciudad catalana tras la propuesta por el Colegio de Veterinarios.
Será el 2 de octubre de este año 2014 cuando entrará en vigor esta nueva ordenanza sobre los perros en la ciudad condal. De no tener este carnet cívico los responsables están obligado a llevarlos con correa en la calle.
Lo que significa poseer esta documentación es que el animal está educado y que es capaz de responder perfectamente a las órdenes verbales de su amigo humano y se le puede controlar. Así, estos animales podrán correr libremente en un número de espacio específicos.
Además, el 2 de octubre será otro gran día para nuestros amigos de cuatro patas, pues tras las insistencias de un gran núcleo de la población de que se permitiera que los animales pudiera viajar en transporte público, se ha conseguido.
Así, este mismo día ya estará permitido que los perros viajen en metro al mismo tiempo que verán la luz otras novedades en la normativa como un registro de maltratadores de animales o la prohibición de atarlos durante más de dos horas o dejarlos dentro del coche encerrados más de 20 minutos.
Aunque aún nos parezca poco, parece que paulatinamente y pasito a pasito vamos consiguiendo más cosas para nuestros fieles amigos.