Estamos atravesando una de las épocas más duras para los animalistas. Tras el verano y la cantidad de casos de abandonos que se dan es esta estación del año, la época taurina y el clamor popular sobre la abolición de cruentas torturas como la del toro de la Vega o las becerradas, se suman otras noticias que aparecen en los diarios y que hieren el alma.
Hay hechos brutales que se producen día a día obviando los derechos que los animales deberían tener pero, duelen más aún cuando sucesos de este calibre se dan en personas que se supone que hacen una buena labor por ellos, que protegen, que les ayudan… Todo un teatro para tapar una realidad muy diferente.
Me refiero a lo acontecido en una protectora de Zaragoza. Su responsable ha sido imputada por maltrato animal. Así de crudo y de real.
Las instalaciones, ubicadas en el barrio de Garrapinillos contaban con más de 60 perros en muy malas condiciones. Según informaba la Guardia Civil, se interpusieron dos denuncias, una por un particular y otro por un técnico medioambiental del Ayuntamiento de la ciudad.
Gracias a estas denuncias, se llevaron a cabo dos inspecciones de las instalaciones donde pudieron encontrar un total de 39 perros en pésimas condiciones higiénico sanitarias absolutamente incompatibles con su bienestar. Además, en otro terreno cercano se hallaban otros 21 perros más en condiciones completamente deplorables.
Durante la primera inspección encontraron a un perro agonizante, tumbado en el suelo, mientras era atacado por otros canes. Desgraciadamente, era tal el estado del animal que tuvieron que sedarle y sacrificarle posteriormente.
El equipo del Seprona de la Guardia Civil comprobó numerosas irregularidades administrativas y normativas. Entre ellas, animales a los que no se les había vacunado de la rabia tal y como la ley indica o que no disponía oficialmente de núcleo zoológico.
Parece que no bastó con todo esto y tuvo que morir otro perro en las instalaciones para que se tomaran medidas que pusieran fin a la situación agónica de los animales. Éste último cadáver apareció metido en un saco en estado avanzado de putrefacción.
Ahora sí, a la responsable de este lugar se le ha imputado por maltrato animal. Los animales que han sobrevivido han podido salir de allí y han sido trasladados a otros centros de protección de la ciudad. Una vez más, la ayuda ha llegado tarde para algunos de ellos que han quedado por el camino. Pero, mientras conseguimos una legislación a la altura de los derechos que merecen nuestros animales, es vital que nos concienciemos, que les brindemos auxilio a estos animales maltratados denunciando, sin piedad, situaciones como estas.
Advertimos de que las imágenes de la Guardia Civil, son muy duras.