Seguro que al hablar de aves que comparten el día a día en nuestras casas revoloteando por ahí, te viene a la mente en primer lugar el loro. Sí, es cierto, como hemos visto en otros artículos, son aves que se acostumbran muy bien a volar por nuestra casa, suelen ser bastante sociables y aprenden rápido. Pero no son los únicos pájaros a los que podremos enseñar a revolotear a nuestro alrededor y hacerles felices con alguna que otra escapada por nuestro salón.
¿Cualquier ave puede revolotear en nuestro hogar?
Lo primero a tener en cuenta es si nuestro amigo emplumado tiene la suficiente confianza en nosotros y en el ambiente como para empezar a revolotear. No podemos pedirle de buenas a primeras que salga de su jaula como si nada. Lo más seguro es que si hacemos eso acabe dándose topetazos contra paredes y ventanas, o incluso con ataques de estres ante esa situación.
Por eso, no viene dado en el tipo de pájaro que sea, más bien en el nivel de socialización que tenga, y eso viene dado por el carácter de nuestro compañero emplumado. Tras un período de adaptación, casi cualquier ave puede darse una vueltecita sobrevolando nuestras cabezas.
Eso sí, hay que tener en cuenta las reglas básicas para que puedan volar sin correr ningún peligro, como por ejemplo:
- Tener cuidado con puertas y ventanas
- Que sea un entorno conocido para él
- Que no haya ningún depredador que pueda darle caza, como un perro o un gato.
- Proporcionarle un lugar donde pueda sentirse seguro en caso de asustarse, como un lugar alto o la propia jaula abierta.
Con estos pequeños detalles, tedremos la pista de despegue preparada para que nuestro compañero se lo pase en grande dando una vuelta.
Algunos ejemplos
Lo que sí que encontramos son numerosos casos de pájaros que, aparte de la familia de los loros (periquitos, ninfas, guacamayos... etc) se acostumbran a volar por la casa por curioso que pueda parecer. Un claro ejemplo lo encontramos en los canarios. Aunque en principio son algo más nerviosos que los periquitos, por compararlos con otro ave de parecido tamaño, con un poco de paciencia llegarán a posarse en nuestra mano, pasearse por nuestro hombro, o "limpiarnos", a su modo, el pelo.
También se da el caso en palomas criadas en cautividad. Aunque no nos equivoquemos, las palomas en las casas, a no ser que se disponga de un espacio muy amplio para ellas, no suelen dar más que vuelos cortos, casi siempre prefieren moverse andando. Lo mismo pasa con algunas especies de cuervos que se crían en casas. Al ser aves de gran tamaño, no se sienten demasiado seguros si ven espacios pequeños, por lo que no creas que no les gusta volar si prefieren ir dándose un paseito.
En general, a la mayoría de los pájaros les gustará darse un paseíto, siempre y cuando hayamos creado con ellos un vínculo y un hogar en el que se sientan seguros y cómodos. En muchos casos, si se dispone de espacio y algún dinero ahorrado, existen pajareras gigantes o aviarios donde podrás comprobar como se lo pasan a lo grande. Si no disponemos de un jardín o una zona amplia, también podremos crear para ellos una habitación a modo de su "parque de atracciones". Tan solo colocando algunas ramas anchas por las paredes o estanterias a las que puedan subirse, ¡seguro que sabrán aprovecharlo!
Y si no, tranquilos, que los paseos cortos por casa también les resultan muy divertidos, y sin hablar de cuando trabajamos frente al ordenador. ¿No os ha pasado que vuestro compañero perruno-gatuno-emplumado... siente predilección de colocarse entre el monitor y vosotros cuando menos te lo esperas? Seguro que son piratillas informáticos en potencia! :)