Seguro que a más de uno os ha llamado la atención estas nuevas cafeterías temáticas gatunas que hace tan solo un año llegaron a nuestro país. Pero no penséis que es algo nuevo, ya desde hace muchos años viene siendo algo habitual de encontrar en países asiáticos, donde se considera como una auténtica terapia además de toda una delicia poder compartir un momento agradable con los mininos que allí viven.
Un poco de historia de los cat's café
Básicamente un cat's café es una cafetería donde los clientes pueden convivir durante el tiempo que ellos quieran con gatos. Suele pagarse el tiempo que convives con ellos en aquel lugar, más que cobrar por consumición, aunque eso depende de la política del establecimiento en sí. Durante ese tiempo, podremos jugar, alimentar, y cuidar a los peludines gatunos que allí viven.
Esta iniciativa no es puramente japonesa como suele creerse. Nació en el año 1998 en Taiwan, pero obtuvo tanta fama que 6 años más tarde ya fue todo un boom en Japón, abriendo el segundo cat's café del mundo en Osaka. A partir de entonces fue en aumento en el país nipón hasta que a día de hoy es habitual encontrarlos en casi todas las ciudades de aquel país.
En Europa tardó un poco más en instaurarse está moda, ya que el primer cat's café no llegó hasta el año 2012 en Viena, bajo el nombre de Café Neko. El por qué de que no haya sido tan difundida esta moda es simple. En Europa no existen restricciones a la hora de poder tener un gato en casa en la mayoría de países y edificios. En cambio, en Japón, debido a los pequeños apartamentos o las normas de muchos edificios, no les es posible tener un animal de compañía, por lo que tienen que optar por estas soluciones para poder disfrutar de la compañía de un pequeño felino. Como véis, nosotros lo que tenemos aquí es ¡todo un lujo!
A partir del 2013 llegaron los cat's café a más ciudades europeas, como París. En España también tenemos nuestro rinconcito gatuno, llamado La Gatoteca y situado en Madrid. Cuando La Gatoteca abrió sus puertas se limitó la entrada a unas 15 personas por planta para no estresar a los gatos. El precio de la entrada era de 5 euros con consumición incluída, y lo recaudado se destina a la asociación ABRIGA, una ong de Madrid destinada a la recogida y adopción de gatos, cuya sede es La Gatoteca en si. Hoy en día no es una simple cafetería, sino que organiza actividades como yoga o conciertos rodeados de amigos gatunos, ¡toda una experiencia!
Dentro de un Cat's Café
Los Cat's Café no son todos iguales. Los hay que se especializan a determinadas razas de gatos, o por colores de pelaje... ¡Son todo un mundo! Lo que sí que comparten todos es ese amor incondicional por los gatos, y en ellos se inculca ese sentimiento enseñando a los clientes el respeto por los gatos, detalles de su personalidad, curiosidades... En sí nos acercan más el mundo felino, además de tratar temas como los derechos de los animales, el maltrato, como actuar ante casos de abandono, etc.
Por supuesto que un Cat's Café no se puede abrir de la noche a la mañana. Debe de contar con numerosos permisos y registros sanitarios para que no haya ningún problema en esa convivencia con los felinos. Además, están obligados a cuidar de los gatos que allí vivan de la mejor manera posible, evitando que los clientes puedan molestarlos en exceso, teniendo al día sus cartillas de vacunaciones, etc.
Lo que se ha demostrado con este tipo de iniciativas es que son bien acogidas allá donde van, ya que hacen una labor educativa, de apoyo a los animales yde fuente de adopciones entre otras muchas. También actuan como una auténtica terapia contra el estrés, hecho que ha quedado demostrado y reflejado en muchos estudios. Los clientes de los Cat's Café se sienten mucho más relajados después de pasar unas horas allí, se olvidan del estrés, además de que el acariciar a un gato está demostrado que provoca una relajación cardiomuscular en el ser humano.
Después de leer todos estos beneficios... ¿no os apetece un café con un amigo gatuno? ;)