La semana pasada las redes sociales se incendiaban tras correr como la pólvora un cartel de un pueblo de Córdoba que hería la sensibilidad de quienes aman a los animales.
Al parecer, dicho cartel recorría el municipio andaluz de Montemayor e incitaba al abandono de animales a través de un anuncio del Ayuntamiento en el que se promocionaba la retirada de perros a domicilio.
Como si del “chatarrero” se tratase, el Servicio de Retirada de Perros, se personaba en el domicilio, recogía al can como si fuese un trasto viejo y lo llevaba directo a la perrera con el desenlace que todos podemos imaginar. Increíble ¿verdad? Pues esto estaba sucediendo ni más ni menos que dentro de nuestras fronteras.
No era la primera vez, pues el propio texto del anuncio indicaba la vuelta a esta práctica mensual recalcando, además, que se trataba de un servicio completamente gratuito. Así de fácil es deshacerse de un ser vivo que siente y padece en Montemayor. Así se indemnes salían los “responsables” de esos animales que podían abandonar a su fiel amigo a golpe de inscripción en el mismo Ayuntamiento de la localidad.
Si el perro tenía microchip sólo bastaba con firmar una autorización junto con la copia del DNI de la persona interesada en acabar con un ser indefenso.
Y es que aquí estaba una de las cosas, aunque no más alarmantes, sí ilegales pues el microchip es obligatorio en España y la retirada de un animal sin esta identificación siempre va acompañada de una sanción, que, por supuesto, se la pasaban por el forro.
Por suerte, las redes sociales, la presión social, las protectoras de animales junto con las organizaciones y el partido animalista no se quedaron de brazos cruzados e hicieron un llamamiento a la sociedad más sensibilizada y concienciada para reforzar las medidas que estaban tomando para acabar con tal barbaridad.
Así y aunque sólo fuese por la mala publicidad para el municipio, por las oleada de críticas, la alarma social o la mala fama para el pueblo, el Ayuntamiento decidía eliminar tal anuncio excusándose de que su objetivo era evitar que los animales acabasen abandonados en la calle.
De esta forma, se conseguía la rectificación por parte del Ayuntamiento, la retirada de los anuncios de la calle y de la web y el compromiso con PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) de emprender una campaña local de concienciación contra el abandono de animales.
