Una de las mascotas exóticas de las que todavía no habíamos hablado en el blog de Mascotea es el pequeño y curioso jerbo. ¿Tienes uno en casa? Este animalito se parece bastante a un viejo conocido de las familias españolas, el hámster, pero aunque ambos son roedores, tienen características diferentes, peculiaridades que como cuidadores de mascotas responsables debemos aprender a conocer.
Antes de empezar tenemos que comentar que el país de origen de esta pequeña mascota es tan exótico como ella: Mongolia. Este gran país asiático situado entre China - al sur - y Rusia - al norte - se caracteriza por la abundancia de estepas en su parte central y por la presencia del inmenso desierto del Gobi en el sur. Como te imaginarás, las tierras mongolas no son precisamente un vergel. La mayor parte del territorio es yermo y seco y la vegetación no es ni verde ni abundante. Estas peculiaridades geográficas del país origen de nuestro jerbo explican muchas de las curiosidades que vamos a contarte en este artículo de Mascotea: "5 consejos para hacer feliz a tu jerbo". ¿Comenzamos?
Consejo 1: cuantos más, mejor.
Nunca verás vivir solo a un jerbo en libertad, ni siquiera se conforman con compartir su nido con una sola pareja. Estos pequeños roedores acostumbran a vivir en comunidades llamadas clanes y es así, en compañía, como son auténticamente felices. Lo idóneo para esta mascota es que conviva con otros 8 o 9 ejemplares de su misma familia y edad, pero si no tienes sitio, tiempo para cuidarlos o ánimo suficiente, puedes adoptar la típica parejita lo que nos lleva al consejo número 2: cuidado con la territorialidad.
Consejo 2: cuidado con la territorialidad
Que no te engañe su tamaño ni su aspecto de peluche: el jerbo es un roedor extremadamente celoso de sus posesiones y de su espacio vital. Si adoptas dos ejemplares, procura que sean dos machos de la misma edad. No es aconsejable que introduzcas en el mismo espacio varios ejemplares machos y hembras de diferentes edades. Los jerbos son muy familiares y si se conocen ya de adultos pueden surgir rivalidades y peleas que no te gustará contemplar.
Una solución bastante práctica si quieres incorporar nuevos miembros a tu clan de jerbos es adquirir una pecera dividida o dividir tú mismo el espacio con una lámina de plexiglás trasparente con pequeñas aberturas que permitan a los animalitos olisquearse y tocarse pero no invadir uno u otro espacio. Es sencillo: divides el espacio, colocas la lámina divisoria e introduces al nuevo miembro de la familia solo en uno de las dos divisiones. Poco a poco, a su ritmo, los animalitos empezarán a olisquearse, toquetearse… cuando veas que no existen signos de agresividad y que la antigua familia acepta plenamente al recién llegado ya puedes quitar la barrera y dejar que ellos mismos creen las nuevas normas de convivencia.
Consejo 3: escarbar, la pasión de tu jerbo.
Una peculiaridad importante que debes conocer de tu roedora mascota es que tiene un impulso imparable de escarbar el suelo de su vivienda. Lógicamente si colocas al jerbo en una jaula de barrotes con arena en el fondo, te pasarás todo el día recogiendo tierra ya que las fuertes patitas del roedor la expulsarán al exterior. En los comercios especializados encontrarás bonitas jaulas o peceras trasparentes que, además de resultar más cómodas de limpiar, evitarán que te encuentres arena de jerbo hasta en la sopa.
Consejo 4: atención a su menú.
Como dicen las enciclopedias de biología, el jerbo es un animal que se alimenta fundamentalmente de grano. Las semillas deben constituir su principal aporte calórico diario aunque puedes aportar un poco de diversión al menú añadiendo pequeños trozos de verdura fresca o algún insecto si te atreves a capturarlo.
Acerca de la bebida, lo único que debería tomar tu jerbo es agua fresca renovada a diario. Es preferible que el bebedero que dispongas sea de cristal irrompible o de un material altamente resistente. Los jerbos tienen una terrible manía de mordisquear todo lo que encuentran en su hábitat natural por lo que un comedero o un bebedero de plástico simple no durarán ni dos días.
Consejo 5: siempre jugando.
A diferencia de otras mascotas, los jerbos no acostumbran a dormir durante toda la noche y ni siquiera varias horas seguidas. Un jerbo está activo prácticamente las 24 horas del día ya que una simple siesta de vez en cuando le sirve perfectamente para estar saludable y feliz. ¿Qué puedes hacer para canalizar toda la energía de tu pequeño amigo? Proporcionarle juguetes nuevos (comprados o hechos por ti mismo), cambiarlos de sitio, dejarles alimentos adecuados para roer, etc.
Y con todos estos consejos… ¿Te animas a adoptar a un jerbo?