Seguro que lo has visto en tus propias mascotas, en los perros de un amigo o en un video de Internet: esos perrillos que tiemblan de los pies a la cabeza. Algunos de ellos muestran ese temblor que les recorre todo su cuerpo por puros nervios, pero otros muchos no. Intoxicación, envenenamiento, enfermedades víricas o edad avanzada son algunas de las causas de esta patología canina.
Hoy en Mascotea vamos a intentar conocer las principales razones que provocan ese temblor incontrolado en nuestros queridos amigos de cuatro patas.
Nervios, excitación:
La perrita predecesora de mi actual amiga peluda Lía se llamaba Runa. Era un precioso ejemplar de Lhasa Apso con mucha energía, una gran personalidad y un pasado terrible de malos tratos, abandono, etc. Una de las secuelas de esos meses terribles era el miedo irracional a multitud de cosas y situaciones. Miedo a los niños, a la escoba, a un trueno, a los fuegos artificiales… Los nervios, la excitación, provocaban en nuestra pequeña leona un movimiento incontrolado de todos los músculos de su cuerpo.
Esa reacción física de temblor incontrolado es habitual en animales con un pasado negro, seres que han sido golpeados, abandonados, obligados a criarse en soledad… Este temblor es, digamos, un mal menor después de todo lo que el animalito ha tenido que pasar.
En estos casos el temblor no significa necesariamente que el peludo padezca una enfermedad física tratable. Simplemente necesita tiempo, amor y paciencia para que poco a poco venza sus miedos bien arropado por su familia humana.
Intoxicación alimenticia:
¿Recuerdas nuestro artículo "Alimentos prohibidos para los perros"? En ese artículo nuestra compañera y adiestradora canina de "Siente a tu Perro" Miriam Sainz nos contaba cómo ciertos alimentos o bebidas que tenemos en casa pueden resultar tóxicos para nuestra mascota. La ingesta de cerveza, chocolate, etc., pueden provocar diferentes síntomas en nuestro perro y uno de los ellos es, precisamente, el temblor incontrolado de sus extremidades. Así que, ya sabes, echa un ojito al artículo y anota bien lo que tu peludo puede comer y lo que no.
Envenenamiento:
A menudo los parques, jardines y bosques son tratados con pesticidas y sustancias químicas para erradicar diferentes plagas. Un peludo curioso puede fácilmente inhalar sin darse cuenta estas partículas venenosas que hacen estragos en su organismo. Por ejemplo, los venenos para caracoles que se comercializan para tratar estas plagas de jardín son especialmente virulentos para nuestro perro. Su ingesta accidental provoca convulsiones y fuertes temblores en todos los músculos de su cuerpo. El temblor, en este caso, es uno de los primeros síntomas que nos indicarán que a nuestro perro le ocurre algo, es una excelente señal de atención para llevarle inmediatamente a un veterinario.
Moquillo canino:
Una de las enfermedades más extendidas entre los ejemplares de las llamadas "fábricas para cachorros" es el moquillo canino. Esta enfermedad afecta a los perritos de hasta un año de edad que no han sido vacunados y es… devastadora. Uno de los síntomas de esta afección vírica es el fuerte temblor muscular acompañado de convulsiones, tics, etc.
Un consejo: si te decides por comprar una mascota en lugar de adoptar una de las miles que están abandonadas en las Protectoras, contacta con un criador profesional. Seguramente el cachorro te saldrá más caro que si lo compras de saldo por Internet, pero te ahorrarás la fortuna que te costará devolverle la salud.
La edad:
El tiempo no perdona a nadie, tampoco a nuestros perros. Los animales que tienen una edad avanzada tienen sus achaques físicos. Dolencias cardiacas, estomacales, artritis... enfermedades que pueden producir temblor sobre todo en las patas traseras de la mascota.
La artritis, por ejemplo, es una de las enfermedades que pueden producir temblores en las extremidades del perro anciano, pero aunque nuestro perro viejito padezca esta afección siempre debemos consultar con un veterinario especializado si surgen nuevos temblores. Por ejemplo, la semana pasada una perrita vecina de 19 años empezó a tener un fuerte temblor en su pata trasera derecha. Sus cuidadores la llevaron al veterinario y las pruebas confirmaron que se trataba de la metástasis de un cáncer que la perrita llevaba desarrollando varios meses.
¿La moraleja? Si el temblor es constante y pronunciado, no te quedes parado: acompaña a tu mejor amigo a un profesional veterinario de confianza.