España está a la cola de Europa en muchos aspectos. Hace algunos años era más que sorprendente viajar a otros países y ver cómo en muchos establecimientos era posible disfrutar de una comida, una cena o una velada con la compañía de los peludos. Lo mismo ocurría en el transporte público. Autobuses y metro, entre otros, no eran exclusivamente para el uso de seres humanos. Buen ejemplo de ellos son países como Francia, Suecia, Bélgica o Alemania donde se puede viajar con el animal en …