Historias como éstas son las que te hacen reconciliarte con el ser humano. Las que te vuelven a llenar de esperanza y confiar en la humanidad de nuevo.
Pequeños ángeles de la guarda que están en la tierra y que se dedican, con sus acciones, a salvar vidas, a cobijar y a hacer el bien sin esperar nada a cambio, sin buscar agradecimiento. Simplemente porque sí, porque les nace del corazón.
Personas con corazones enormes, con una gran bondad como estas ancianas de Weinán en la provincia de …