Montar a caballo es una de las experiencias más satisfactorias y completas de las que uno puede disfrutar tanto a nivel físico como mental y emocional. Pero un caballo no es una moto a la que nos subimos, metemos la marcha y comenzamos a andar. Es un ser vivo y como tal, se merece que le tratemos con respeto y dignidad. Sólo de esa forma conseguiremos que la monta sea plena y emocionante para ambos.
Es evidente que nuestra primera monta será sobre un caballo domado y de carácter …