¡Ha venido un amigo que no se ve!Un juego de humanos, por el que al parecer cada uno recibe un regalo que no sabe de quién es... nadie se quedó sin regalo, pero la verdad es que yo no di nada a nadie.Y eso de invisible, no sé, tiene su gracia, aunque a mí me da en la trufa que fue la abuela Rosa la que me lo dio, ¡guau!!¡Cómo disfruto con mi reno! Ah, y abriendo el regalo ¡también!