Ha comenzado el verano y, con él, uno de los riesgos más importantes para nuestros perros y gatos: los golpes de calor.
Como sabes, nuestros amigos peludos son mucho más sensibles que los seres humanos a las altas temperaturas. Su organismo no es tan capaz de combatir el exceso de calor como el nuestro. Este factor, unido a las conductas temerarias e irresponsables de sus cuidadores, pueden provocar que nuestra mascota sufra un golpe de calor que es, muchas veces, mortal.
Qué es un golpe de calor
Podríamos definir "golpe de calor" o hipertermia como un aumento patológico de la temperatura corporal, un aumento que puede afectar al correcto funcionamiento de los diferentes órganos del cuerpo. Los perros (como los seres humanos) cuentan con un mecanismo interno, con un sistema regulador que se ocupa de que la temperatura de su organismo se mantenga dentro de los niveles adecuados. La temperatura corporal considerada normal en un perro es de entre 38 y 39º centígrados y nunca debería superar los 42º centígrados.
Factores que pueden provocar un golpe de calor
Como todos sabemos, los golpes de calor se suelen producir los días muy calurosos, pero también tenemos que prestar especial atención esos días en que nos parece que no hay una temperatura muy alta, pero el grado de humedad ambiental es muy elevado. También tendremos presentes otras variables importantes. Recordemos que es muy peligroso:
- Dejar al animal dentro de un patio pequeño, con suelo de hormigón, sin sombra y mal ventilado.
- No proporcionar a nuestra mascota la suficiente cantidad de agua fresca.
- Hacer ejercicio con el perro durante las horas de más calor (mediodía).
El principal riesgo: el coche
Dejar al animal dentro de un coche aparcado al aire libre en la primavera o el verano es una de las razones más comunes de los golpes de calor en los perros.
Aunque el coche esté a la sombra y con parte del cristal de las ventanillas bajado, la temperatura dentro del vehículo aumentará hasta niveles peligrosos en unos pocos minutos. Por favor: en primavera y verano nunca dejes a tu peludo dentro del coche, ni siquiera esos famosos "cinco minutos".
Tipos de perros
No todos los perros tienen el mismo riesgo de sufrir un golpe de calor. Como responsables del animal, tenemos que saber que los siguientes tipos de perros son más susceptibles de sufrir un golpe de calor este verano:
- Cachorros o ancianos.
- Perros con enfermedades respiratorias crónicas o problemas de estrés.
- Perros con exceso de peso (obesos).
- Perros de pelo oscuro.
- Algunas razas de perros braquicéfalos como, por ejemplo, el Carlino, el Pequinés, el Boxer, el Bulldog Inglés, etc.
Los síntomas y las consecuencias
Síntomas de un golpe de calor
Los síntomas de un golpe de calor comienzan a ser visibles cuando la temperatura corporal de nuestro peludo supera los 42º centígrados. Los principales síntomas serían: - Decaimiento visible, falta de fuerzas.
- Respiración demasiado rápida.
- Temblores.
- Exceso de babeo.
- Piel de color azulado (producto de la cianosis, es decir, de la falta de oxígeno).
- Mirada vidriosa.
- Falta de respuesta a los estímulos.
- Desvanecimiento.
Consecuencias de un golpe de calor
Las consecuencias de un golpe de calor dependen de muchos factores como el estado de salud previo del animal, su edad, el tiempo que se tarda en atenderlo… Las principales consecuencias serían las siguientes:
- Insuficiencia hepática y renal
- Hemorragias intestinales.
- Daños cardiovasculares.
- Coma.
- Muerte.
Principales precauciones
Con todo lo que te hemos contado en este artículo, seguro que ya te imaginas las principales precauciones que debes adoptar para evitar que tu mejor amigo sufra un golpe de calor.
Recordemos las principales: - No dejes nunca al animal dentro del coche, patios o recintos sin ventilación adecuada y sin zonas de sombra. - Vigila que el peludo tenga a su disposición agua fresca en todo momento. - Evita salir a pasear o hacer ejercicio al aire libre durante las horas de más calor. - Si viajas con el perro en un coche sin aire acondicionado, refresca su piel de vez en cuando con una toalla húmeda. En las paradas del viaje frota las almohadillas de sus pies con agua fría y consigue que beba toda el agua posible.
Y si tu peludo sufre un golpe de calor...
Lleva a tu perro al veterinario lo más rápido que puedas.
Durante el trayecto puedes intentar bajar su temperatura corporal mojando su cabeza, cuello y nariz con toallas empapadas en agua fría (nunca helada), darle a beber pequeños sorbitos de agua, etc. Y, por favor, recuerda:
Un golpe de calor puede acabar con la vida de tu perro en 15 minutos.